
El virus del papiloma humano VPH
En Japón se
conoce como ヒトパピローマウイルス (hito papiroma uirusu) o por sus siglas en
inglés HPV Human papilloma virus. El VPH era conocido causante de
verrugas desde la década de 1930. En 1976 el VPH fue propuesto como
causante del cáncer de cuello uterino por el virólogo alemán Harald zur
Hausen, quien recibió el Premio Nobel por su investigación en 2008.
Epidemiología del VPH
Existen unos
cien tipos de este virus y se encuentran en todo el mundo. El VPH
genital se transmite de persona a persona por el contacto directo con la
piel durante la actividad sexual. La mayoría de las personas
sexualmente activas contraerá el VPH en algún momento de su vida, aunque
la mayoría de ellas ni siquiera lo note. La infección por el VPH es más
frecuente al final de la adolescencia y a comienzos de los veinte años.
La mayoría de los tipos de VPH no causan síntomas. Pero algunos pueden
causar cáncer de cuello uterino u otros cánceres menos frecuentes como
los de ano, pene, vagina, vulva y orofaringe (parte posterior de la
garganta, incluidas la base de la lengua y las amígdalas). No todas las
mujeres que se han infectado con el VPH desarrollarán cáncer. Aunque una
mujer esté infectada con el VPH, el cuerpo de la mayoría de mujeres es
capaz de combatir la infección de VPH.
El cáncer de cuello uterino
(子宮頸がん shikyuukei gan) o cáncer cervical, es el segundo tipo de cáncer
más común en las mujeres, un problema de salud pública. La edad promedio
en la que aparece es de 45 años pero también se puede dar entre mujeres
de 20 a 30 años. Se diagnostican unos 400,000 casos nuevos por año y
85% de muertes por cáncer cervical ocurre en países en vías de
desarrollo. En el Perú es la primera causa de muerte entre las mujeres;
en 2009 se reportaron 5,400 nuevos casos y 2,663 muertes; un promedio de
7 muertes por día. En Japón la Sociedad Japonesa de Cáncer reportó
6,075 muertes por cáncer cervical en 2012.
Vacuna contra el VPH
En la década
de 1980 laboratorios de todo el mundo empezaron a trabajar en la
producción de una vacuna contra los tipos más comunes del VPH y se
reconoce como un gran adelanto. Actualmente hay dos vacunas aceptadas
para prevenir los diferentes tipos de VPH que causan la mayoría de los
cánceres de cuello uterino. La vacuna bivalente llamada Cervarix
(laboratorio Glaxo Smith Kline) que fue aprobada para su uso en Japón en
2009 y la vacuna cuadrivalente o Gardasil (laboratorios Merck) que
protege además contra 70% de los tipos de VPH que causan verrugas
genitales y algunos cánceres, como los de ano, vulva y vagina que fue
aprobada en 2011. Ambas vacunas se deben aplicar 3 veces para garantizar
la protección. El gobierno central y local subvencionan la aplicación
gratuita a niñas a partir de los 12 años o primer año de secundaria
básica (中学校 Chuugakkou). En Abril de 2013 la vacuna contra VPH fue
incluida en el calendario de vacunaciones rutinarias reguladas por la
Ley de Vacunación Japonesa. Hasta Diciembre de 2012, más de 8 millones
de mujeres habían recibido la vacuna en todo Japón (The Japan Times).
Las
recomendaciones varían según el país, en general se recomienda vacunar
entre los 9 y 26 años a las mujeres y 13 a 21 años en los hombres (en
Estados Unidos se vacuna también a los hombres a partir de 2011). La
vacuna es más eficaz si se aplica antes de que una persona haya tenido
relaciones sexuales. Las vacunas sólo protegen contra el VPH antes de la
exposición al virus y no sirven para tratar infecciones ya existentes.
El Perú
inició la vacunación a niñas de 10 años para prevenir el cáncer cervical
en febrero de 2011, a cargo de la Estrategia Sanitaria Nacional de
Inmunizaciones del Ministerio de Salud.
Reacciones secundarias adversas (副反応 fukuhannou)
Como sucede
con otras vacunas, el riesgo de los efectos secundarios adversos está
presente en la vacunación contra VPH. Hasta Marzo de 2013, 1968 casos de
efectos adversos se han reportado después de la aplicación de la
vacuna. Aunque no se puede asegurar que los síntomas fueron causados por
la vacunación, los reportes incluyen 106 casos serios de dolor en todo
el cuerpo, convulsiones, dolor en las articulaciones y dificultad para
caminar después de la vacunación. Es decir que por un millón de
vacunaciones contra VPH ocurrieron 12.8 casos serios de reacciones
adversas. La cifra es menor que los reportes por la vacuna contra la
encefalitis japonesa (26 casos por cada millón de vacunaciones), pero
mucho mayor que la reportada por cada millón de vacunaciones contra la
influenza (0.9 casos) o contra la polio (2.1).
Vacunación opcional
En
consideración al reporte de reacciones secundarias adversas y por la
preocupación entre los padres de familia, el 14 de Junio de 2013 el
gobierno japonés emitió un comunicado indicando que la vacunación contra
VPH se aplicará de forma opcional. La vacuna continuará administrándose
de forma gratuita pero el personal de salud tiene que informar a los
usuarios que el Ministerio de Salud no recomienda esta vacuna y que el
padre de familia o apoderado deberá tomar la decisión.
No es
necesario hacerse la prueba del VPH o el Papanicolaou (子宮頚がん
shikyukeigan 検査 kensa) para determinar si deben vacunarse. Es importante
seguir haciéndose las pruebas de Papanicolaou, aún después de vacunarse
contra el VPH. Las vacunas disponibles no protegen contra todos los
tipos de cáncer de cuello uterino conocidos y el descubrimiento temprano
es lo que ha permitido hasta ahora el manejo rápido y eficaz de este
tipo de cáncer.
Evitar
enfermedades graves como el cáncer por medio de las vacunas es un gran
adelanto y puede evitar el sufrimiento a muchos. Sin embargo, no se
puede negar la existencia de efectos adversos, infórmese bien antes de
solicitar la vacuna contra el VPH para aclarar sus dudas y vigile su
condición de salud o la de su niña el día de la vacunación.
Por: Lourdes Herrera Cadillo
Lic. En Obstetricia U.N.M. San Marcos (Lima, Perú)
Maestría y
Doctorado en Ciencias de la salud Universidad de Hiroshima. Profesora
Asociada, Escuela Universitaria de Enfermería Internacional, Cruz Roja
Japonesa, Kyushu.