
La jubilación solo lo cobra el que ha
aportado. Desde luego, cada país establece el mínimo de aporte para ejercer el
derecho de cobro y en Japón era hasta hace poco 25 años. Con la reforma vigente
desde hace unos meses atrás, con 10 años de aporte pueden cobrar el equivalente
a ese aporte cuando cumplan los 65 años de edad. De hecho, la jubilación es
cobrable entre los 60 a 70 años de edad. La reglamentación señala que si cobra
entre los 60 a 64 años de edad cobrará menos, y si es de 66 a 70 años se premia
con un plus. De todos modos, lo importante es que, a mayor
tiempo de aporte, más podrán cobrar y si están asegurados al seguro social de
los asalariados "shakai hoken”, es indudable que tendrán una jubilación
más holgada.
Dependerá del ingreso promedio de la vida activa y el tiempo de
aporte, y eso lo pueden verificar por sí mismo en la web de NENKIN NET (http://www.nenkin.go.jp/n_net/index.html). También, pueden verificarlo en
persona en algunas de las oficinas de la organización Nenkin
Kiko. Es necesario llevar la Libreta de Pensión "nenkin
techo” y un documento de identidad.
Y los que aportan como autónomos pagando una
cuota mensual fija (16.490 yenes, 2017) se puede saber por el tiempo de aporte
lo que podrán recibir con 10, 25 ó 40 años de aporte. Con 40 años son casi
800.000 yenes al año. Por eso, en Japón, los que aportan en esta categoría
porque son agricultores, comerciantes independientes, amas de casa, etc. suelen
ahorrar para el futuro o aunque cobren deben seguir trabajando en empleos
eventuales para paliar el faltante de los gastos cotidianos. No están en una
situación de pobreza marginal como en América Latina, pero en Japón hay muchos
que llevan una vida de jubilados muy austera cobrando a la vez algún subsidio
público y residiendo en viviendas municipales para personas y familias de bajos
ingresos (teishotokusha jutaku).
Con la reforma vigente el concepto de "kara kikan” que se ha hablado mucho hasta ahora,
pierde bastante vigencia, pues ya no hace falta tomar en consideración el
tiempo no aportado para seguir siendo asegurado del sistema. En este país, el
inicio de los aportes es a los 20 años de edad, pero si es estudiante
universitario o desempleado, o ha tenido que ir a vivir fuera del país, etc.
puede pasar que por esas razones no ha podido o ha tenido que dejar de aportar
al sistema. No significa que haya perdido el derecho de seguir siendo aportante
o asegurado. Al llegar a los 60 ó 65 años, aunque no llegare a tener los 25
años de aporte se puede sumar el "kara kikan”
para cobrar la jubilación por el tiempo de aporte, aunque no tuviese los 25
años obligatorio. Sin embargo, ahora que pueden cobrarlo solo con 10 años de
aporte, esta flexibilización facilita mucho a que no tengan que pensar tanto en
el "kara kikan”. Desde luego, sigue vigente este
tratamiento de "asegurado sin aporte”, pero lo que el Estado japonés busca es
motivar a que sigan aportando para evitar que cuando se retiren estén sin
protección social.
Muchos se siguen quejando que le descuentan
mucho de su salario, pero tanto el seguro de salud (5% más el % de "kaigo hoken” (complemento para el cuidado de los adultos
mayores y discapacitados, cuya prima depende de cada municipio)) como el seguro
de jubilación (9%), tanto el empleador como el trabajador aportan en partes
iguales. En cambio, cuando es un aporte como autónomo paga una cuota mensual
que actualmente es del 16.490 yen. Este valor como la prima de los asalariados
seguirá su ajuste según ya está establecido por ley. Tampoco, pueden pasarse de
una categoría a otra solo por decisión propia o por capricho. Y desde luego, no
pueden salirse del sistema y no aportar para ninguno de los dos. Aunque estén
desempleados deben seguir pagando. Si por alguna razón económica están
impedidos, deben notificar de inmediato y argumentar las razones, caso
contrario serán considerados morosos y esta deuda pública no prescribe.
Una inquietud que queda siempre pendiente es
qué pasa si llega a los 65 años y siquiera tiene los 10 años de aporte mínimo o
directamente no tiene ningún aporte. Deberá seguir trabajando como pueda,
generar ingresos, y buscar la forma de que su familia los apoye en la
sobrevivencia. Si es una persona sola, es muy posible que el municipio, previa
verificación de los requisitos establecidos, apruebe el subsidio de
subsistencia llamado "seikatsu hogo”.
Antes de
quedar indigente "homeless” y sin domicilio, es
importante que busquen la ayuda pública, pero es la última opción y el
beneficiario quedará bajo diversas restricciones y controles. Desde luego, no
podrá usar ese dinero para regresar al país de origen ni para gastos
superfluos. Sin embargo, el Informe Anual del
Ministerio de Trabajo sobre los Trabajadores Extranjeros da cuenta que más del 60% está trabajando como
asalariado y aportan al seguro social "shakai hoken”. Por los controles que ejerce la
administración laboral y de la seguridad social, sean empleados de contratación
directa o indirecta, ya no es tan fácil evadir los pagos o
deducciones a la seguridad social. Por lo tanto, deben asumir esos descuentos y
agradecer que estén en un sistema que les dará mayor seguridad a futuro.
En los últimos 10 años, con las reformas a la Ley
de Empleo Eventual y Regulación de Contratistas (rodosha
haken-ho), aunque
estén tercerizados, se ha ido regularizando la
inscripción a la seguridad social y demás seguros laborales (desempleo y
siniestros laborales) de todos los empleados sin importar el tipo de
contratación, nacionalidad o categoría de visado. Aunque haya precariedad, cada
vez es más difícil estar fuera de la seguridad social y eso es lo
correcto.
Y con la vigencia del MyNumber, que además de ser un número de control tributario es
también de la seguridad social, el
cruce de información hace que toda empresa debe cumplir con los debidos
aportes.
Por: Lic. Alberto Matsumoto
Web: www.ideamatsu.com
Referencias:
Información básica en
varios idiomas: http://www.nenkin.go.jp/international/index.html Japan Pension
Service
Temas sobre jubilación-AM: http://www.ideamatsu.com/seguridadsocial/seguridadsocial-indice.htm