La tristeza
es parte natural de la vida. Los momentos de tristeza nos permiten apreciar los
momentos de alegría. Sin embargo, cuando la tristeza se instala permanentemente
en la vida o es tan profunda que se convierte en un pozo del que no se puede
salir, es posible que se esté experimentando una depresión.
La depresión se caracteriza por un persistente
estado de ánimo bajo, una autoestima negativa, irritabilidad y poco interés en
actividades que usualmente serían consideradas placenteras, entre otros
síntomas. Es muy importante que los familiares o amigos de alguien con depresión
sepan que este no es un estado del cual se puede salir solo por la propia
voluntad. Justamente es un trastorno en el cual la voluntad se ve disminuida. La
depresión puede ser altamente incapacitante y es relativamente común.
En general, la depresión no tiene
una única causa sino más bien hay varios factores que influyen para que una
persona se deprima. Se sabe que hay un elemento genético en el origen de
ciertos tipos de depresiones, sobre todo las más severas. También se reconocen
algunos de los mecanismos biológicos alterados durante la depresión. El género
parece estar relacionado con la depresión, siendo las mujeres adultas las más
afectadas. Por otra parte, hay evidencia de que la perturbación de la relación
entre la madre y su bebé, en el largo plazo, puede incidir en la depresión. En
muchos casos, el abuso consistente y prolongado en la infancia se manifiesta
luego en dificultades para relacionarse con otras personas y en una forma negativa
de percibir el mundo, lo que también se vincula con la depresión. Si una
persona tiene uno o más de estos factores de riesgo y además se encuentra en
una circunstancia de vida estresante, su ánimo puede quebrantarse y experimentar
una depresión.
El diagnóstico y el tratamiento es
necesario porque la depresión genera sufrimiento, afecta las relaciones
familiares, perjudica el trabajo y porque es uno de los factores que se
encuentra a la base de conductas suicidas. Además, se sabe que la depresión es
recurrente, más aún si no es tratada oportuna y adecuadamente.
La depresión puede tratarse. No
todas las depresiones son iguales, hay diferentes intensidades y mientras las
más graves requieren de un tratamiento combinado de fármacos y psicoterapia, depresiones
menos complejas pueden ser tratadas solo con psicoterapia. Un médico o
profesional de la salud mental puede ayudar a definir el mejor curso de
tratamiento. Si estás sufriendo una depresión (o
si conoces a alguien que esté con depresión) las siguientes recomendaciones
pueden ayudarte a complementar el tratamiento y acelerar la recuperación.
1. No
te aísles. Mantén la comunicación con tu familia y amigos. La presencia y apoyo
de otras personas es importante para tu recuperación.
2. Avanza
paso a paso. Recuerda fijarte metas realistas. Establece metas pequeñas y
alcanzables. Trabaja paso a paso y busca ayuda si lo necesitas.
3. Haz
ejercicio. Es recomendable que busques espacios de recreación, que te mantengas
activo, que hagas ejercicios de moderada intensidad según tu condición física y
siguiendo las recomendaciones médicas. La idea es tratar de encontrar un
equilibrio; también es necesario hallar momentos para reflexionar, descansar y
relajarse.
4. Piensa
positivo. La depresión altera negativamente la percepción de la realidad, por
ello es importante que: (1) reconozcas tus pensamientos negativos; (2) detengas
ese curso de pensamiento; (3) los sustituyas por una mirada más optimista, una
que reconozca tus recursos y posibilidades. Trata de ver el lado positivo de las
cosas, conversa con personas que te estimen y escucha las cosas buenas que
tienen que decirte.
5. Si
piensas que tienes depresión, visita esta página y responde un cuestionario en
línea para evaluar tu ánimo y la necesidad de buscar ayuda: http://carrasco.jp/depresividad/
.
Finalmente, recuerda que una crisis es también una
oportunidad. Cuídate para que pronto puedas "salir del pozo”, pero luego, no te
olvides de por qué llegaste allí. Considera la depresión que viviste como una
indicación de que hay un aspecto de tu vida que requiere de tu atención. Uno no
es responsable de deprimirse, pero sí hay algo que se puede aprender de esta
experiencia.
Álvaro Carrasco.
Doctor en Psicoterapia
Sitio web: https://carrasco.jp
E-mail:
alvaro@carrasco.jp